El equipo de Javier Alonso cayó por 1 a 0 en la tarde de ayer, en condición de local, frente a Barracas Central. Así y todo, un rato más tarde se consagró campeón de la Primera “B” Metropolitana, dado que Defensores de Belgrano fue goleado por Nueva Chicago.
El comienzo del partido dio indicios de un equipo visitante bastante atrevido. Sucede que Fariña avisó rápidamente con un remate que Llinás detuvo sin problemas. En los primeros minutos Atlanta apenas tuvo una incursión de Ferragut, que fue detenido antes de poder rematar, y dos centros enviados por los Soriano que no llevaron ningún peligro.
El comienzo del partido dio indicios de un equipo visitante bastante atrevido. Sucede que Fariña avisó rápidamente con un remate que Llinás detuvo sin problemas. En los primeros minutos Atlanta apenas tuvo una incursión de Ferragut, que fue detenido antes de poder rematar, y dos centros enviados por los Soriano que no llevaron ningún peligro.
A partir de los 10 minutos Sebastián Matos, quien fue el encargado de realizar el trabajo sucio en la delantera, empezó a animarse al arco, y tuvo un par de situaciones en las que no logró definir adecuadamente. La dificultad para generar juego fue preocupante por momentos, aunque luego Barracas, gracias a una importante levantada de Orfila, y al juego que propusieron González y Almada Flores, logró hilvanar alguna jugada para acercarse a la valla del “Bohemio”.
Se notó que el equipo de Juan Carlos Kopriva está muy trabajado, que conoce sus limitaciones pero las tapa con esfuerzo y solidaridad. Por eso, y por la presión que significó para los jugadores de Villa Crespo la necesidad de obtener un triunfo para ser campeón ante un estadio más que repleto, para el equipo de los gemelos el encuentro se hizo cuesta arriba.
El reloj marcaba 17’ cuando Matos conectó un centro de Jorge González, el ex Atlanta, e hizo estallar el travesaño. El local se dio cuenta del terreno que estaba perdiendo, y por eso trató de equiparar las acciones, cosa que no lograría por las constantes buenas resoluciones de la muy bien parada defensa del equipo visitante.
La figura de Gómez también fue creciendo, principalmente tras el mano a mano que le tapó a Abel Soriano. A su vez Gonzalo Peralta tomó un protagonismo importante desde este momento en adelante, destruyendo cada idea que se le desprendía a los de Alonso.
Un cambio inesperado hizo que Atlanta tuviera que modificar su planteo. Sucede que Guzmán se retiró lesionado. Sparapani ingresó por él, pero la forma de jugar de ambos es ampliamente diferente. Minutos más tarde, llegaría la jugada que enmudeció a Villa Crespo. Córner desde el costado derecho, y un certero cabezazo de Carlos Arce, que anotó el único gol del encuentro.
El quiebre en mitad del terreno lo realizó Barracas. Orfila manejó los hilos constantemente, tanto en ataque como presionando y recuperando en defensa. Inclusive intentó con algún remate lejano y tendría un mano a mano más tarde en el que no pudo hacer pie. Almada Flores, con su claridad en los pases y sin realizar firuletes ni complicándose gratuitamente, más su lucha y su entrega, demostró que es imprescindible para el conjunto de Kopriva. Es un enganche que, en silencio, le hace muy bien a su equipo.
Sobre el final del primer tiempo llegó la posibilidad más clara de gol para un “Bohemio” que jugó el peor partido de todo el campeonato. En una pelota parada remató fuertemente Ferragut y Gómez evitó la caída de su valla.
Tras un primer tiempo en que Barracas Central lastimaba y luego se replegaba rápidamente, en el segundo cambió la estrategia. Globalmente, la idea de Kopriva dio sus frutos notablemente. Dispuso entonces para la segunda etapa que su equipo se tirara un poco más atrás, para esperar la contra.
Así fue como lo hizo, pero se mostró un tanto impreciso en los contragolpes. De no ser así hubiese podido coronar algún tanto más, que terminara por destruir toda ilusión local.
A los 10 minutos de la segunda parte se produjo un punto de inflexión en el partido. Producto de un tiro de esquina llegó un remate de Atlanta dentro del área rival. Un remate que dio en el palo y en el rebote terminó convirtiendo Ferragut. Sin embargo el gol fue anulado por posición adelantada, en momentos en que el sol se retiraba de Villa Crespo, como augurando una tarde poco feliz para el futuro campeón.
Con los ingresos de Carou y Álvarez por Galeano y Palisi, el local mejoró su producción en la mitad del terreno pero jamás pudo crear fútbol porque todos estaban muy amontonados en el centro de la cancha, facilitando el trabajo de presión de la línea media de Barracas. De esa forma se fue el partido, y minuto a minuto la ansiedad en la gente era aún mayor, y el dramatismo crecía al ver que su equipo jugaba muy mal y no podía romper con Peralta y Lambermont, que hicieron un espléndido trabajo.
A los 47’ vino lo que parecía un guiño del destino. Una pelota parada para el local. Alejada, es cierto, pero posibilitaría que todos, incluso Rodrigo Llinás, fueran a buscar el gol del campeonato. Pero el gol no llegó, e incluso Barracas pudo haber puesto el segundo. Fue 1 a 0 para el visitante en Villa Crespo.
En definitiva, un muy mal partido de Atlanta. Salió campeón momentos después, y ascendió a la Primera “B” Nacional, cuando “Defe” perdió 3 a 0 como local también, ante Nueva Chicago. Un empate hubiese bastado para que la fiesta fuera completa para su gente, que llenó el estadio e incluso la platea alta que habitualmente está reservada para la prensa.
Santiago Menichelli
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